espectáculo que no tiene intermedios.
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Asoman como géneros situados en las antípodas, pero el efecto es el mismo que impulsan esas alianzas bautizadas como G3 y que han reunido en una gira a tres de los mayores guitarristas del circuito: juntar en un tour a tres de los nombres más populares del cancionero latino en los últimas dos décadas y sumar fuerzas para congregar en escena a ilustres que por sí solos colmarían varios estadios.
Se trata del periplo que unirá a Chayanne, Marc Anthony y Marco Antonio Solís bajo el rótulo de Gigant3s y que fue oficializado a fines de abril en Miami, con un primer tramo estadounidense que hasta ahora contempla 15 fechas y que parte el 3 de agosto en esa ciudad.
Un proyecto que tendrá su capítulo latinoamericano a partir de septiembre y que ya fijó su arribo a Santiago: será el próximo sábado 6 de octubre, a las 21 horas, en el Estadio Nacional, según confirma la productora Bizarro. Eso sí, el triángulo romántico no contará con su vértice mexicano. Debido a asuntos logísticos, Solís no será parte de los conciertos en Sudamérica, por lo que dejará el escenario sólo para sus dos flamantes socios artísticos.
Una baja que puede asomar sensible ante la consabida popularidad local del cantante, pero que no merma el pequeño hito de ver a Anthony y Chayanne abrazados en Ñuñoa. Pese a que desde 2008 suma 14 recitales en el país, es primera vez que el ex esposo de Jennifer Lopez llega al coliseo central del Nacional. Para la voz de Tu pirata soy yo se trata de un reducto ya conocido gracias a sus recitales de 2000, 2004 y 2007 en el lugar. En cada uno convocó a 60 mil personas. Además, junto a Miguel Bosé es la figura que más presentaciones acumula en la historia del Festival de Viña, con un total de ocho.
De hecho, si se sumara la cantidad de público que cada uno ha llevado en sus respectivos conciertos chilenos, el cálculo probablemente rasguñaría, fácil, el millón de personas. Por eso, los actuales organizadores de su visita son entusiastas y proyectan un recinto al tope de su capacidad, con más de 50 mil fanáticos. Junto a los récords de Ricardo Arjona en Movistar Arena, y a la nueva visita de Luis Miguel, se perfila como el evento de música hispanohablante más masivo de la temporada.
Sin respiros
Un espectáculo que, aunque aún no se estrena, ya tiene coordenadas definidas. En el caso sudamericano, se extenderá por dos horas y media, con poco más de 60 minutos para cada protagonista (aún no está decidido el orden de aparición). El gran plus es que se trata de un evento sin pausas y dividido en tres tramos: el show del primer artista, luego un momento donde ambos cantan juntos, para después rematar en el concierto final. Para lograrlo, el escenario contará con dos montajes simultáneos. Tanto el puertorriqueño como el salsero interpretarán una lógica selección de sus mayores himnos.
“Yo ya me estoy aprendiendo las canciones de mis amigos”, lanzó Anthony, mitad broma y mitad en serio, en la conferencia que hace cerca de un mes anunció la gira en Estados Unidos. En todo caso, no será la primera vez que ambos comparten micrófono y protagonismo: en 2005 y 2011 materializaron un puñado de presentaciones en conjunto en Centroamérica.
Hasta ahora, el tour también pasará por Argentina, Colombia y Perú. Las entradas para su cita santiaguina se pondrán a la venta en la primera semana de junio, a través del sistema Puntoticket. Por lo pronto, el sector de cancha estará segmentado en un área general de pie y otra más exclusiva con sillas. Los precios tendrán rangos diversos y se informarán en los próximos días.
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