De pie, emocionadas y murmurando quien sabe qué cosas en la entrada de la zona diamante –la más cara del concierto de ayer–, una mancha de jovencitas y no tan chiquillas sobresalía entre la multitud de mujeres.
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Vestidas de negro y procurando hacerse notar, el club de fans del deseado boricua no pasó inadvertido. Con 27 años de existencia en Costa Rica, la agrupación de fanáticas no podía faltar en la presentación de su eterno ídolo.
Cada una de ellas pagó ¢73.500 por estar allí, lo que parecía poco al notar el mágico poder de ese boleto en sus manos: las transforma en las niñas que hace más de tres décadas gozaban con los primeros pasos de Elmer Figueroa.
“No somos una agrupación de locas. Somos un club oficial serio que reconocido por el mismo Chayanne”, proclama con orgullo Yendry Alfaro, una de las veteranas del grupo.
Bien plantadas y como si alguien les pudiera arrebatar su lugar en el estadio, a las 3 p. m. de ayer y ellas ya estaban en la fila en un zona numerada del reducto morado ¿Porqué lo hicieron?
“Si pudiéramos estar aquí de las 5 a. m. estaríamos, pues, parte de todo, es venir a hacer fila y disfrutar el ambiente previo. Es parte de todo y por eso estamos aquí”, dijo Alfaro,
“Somos un grupo de amigas que nos reunimos una vez al mes para compartir nuestro gusto por el cantante. Somos entre 40 y 50, de diferentes edades”, agregó Alfaro.
Han pasado las generaciones y este grupo sigue suspirando por Chayanne. Algunas de sus integrantes han cambiado, pero otras se mantienen fieles, casi desde sus inicios. Con 26 años de pertenecer al club, Iliana Barrantes es una de ellas.
Desde que era una adolescente, Barrantes es miembro del club de fanáticas.
“Tenía 12 años cuando me hice parte del club y, desde entonces, estoy aquí. He podido hablar con Chayanne algunas veces y ahora no me importó pagar ¢73.500 para verlo de nuevo”, aseguró Barrantes.
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