El cantante puertorriqueño trajo a Monterrey su tour No hay imposibles, un concierto cargado de energía pura donde la interacción artista-público es 100 por ciento genuina.
Y es que el encanto que ejerce Chayanne en su público va más allá de bailes sensuales y canciones románticas; su magnetismo radica en que sigue venerando el escenario que pisa y eso se percibe en cada tema que canta, porque en cada melodía pone el alma y el corazón y eso es bien agradecido por sus fans.
A las 20:48 horas, las luces del auditorio se apagaron y sólo quedaron encendidas aquellas que iluminaron al artista, quien enfundado en unos jeans, camisa y chaleco se enfrentó al público para interpretar “Provócame”, la primera de la noche.
La audiencia lo recibió como a un verdadero Dios; hubo quienes lloraron con sólo verlo y por supuesto que Chayanne, conocedor de lo que provoca, le puso más candela a sus movimientos, a su sonrisa, a su forma de dirigirse hacia su gente que cada vez pedía más del ídolo.
Con “Lola”, el boricua creó un ambiente festivo, lo fuerte del cantante, y aprovechó la ocasión para ejecutar sus clásicos pasos de baile, acompañado de sus seis espléndidos bailarines.
El artista también comparte el escenario con siete músicos y tres coristas.
“Me da gusto estar en Monterrey, siempre lo digo. Me gusta venir aquí, así es que les voy a decir una cosa, y es en serio, hagan de nosotros lo que ustedes quieran, oyeron bien, lo que ustedes quieran”, expresó el cantante ante la ovación de sus miles de admiradoras.
Había que reposar el cuerpo de tanto baile, por ello, la tercera de la noche fue una balada, “Un siglo sin ti” que fue recibida con gran algarabía al igual que la rítmica “Caprichosa”.
No había movimiento o gesto que hiciera el artista que su público no festejara, por ello, Chayanne aprovechaba cualquier situación para contonearse y ser admirado, no únicamente por su forma de cantar, sino por sus atributos físicos.
Se puso romántico en “Y tú te vas” y “Cuidarte el alma”, pero como lo suyo es el baile echo mano de este arte para “Tu boca” y caer en “Palo bonito”.
“Dicen que para qué canto los temas viejitos, que esos ya pasaron de moda, que nadie los quiere escuchar, por ejemplo, ´Fiesta en América´ y esos temas que son viejitos”, dijo a manera de broma para disponerse a cantar y bailar “Fiesta en América” unida a “Atado a tu amor”.
Chayanne recibió desde un oso de peluche, hasta rosas rojas y uno que otro brassiere, el cual, recogió y pasó por sus “partes nobles” cosa que el público festejó con una gran ovación mientras se preparaba para “Baila baila”.
Pidió un minuto de silencio para recordar a su amiga y colega que recién acaba de fallecer, la actriz argentina Romina Yan con quien hizo la telenovela “Provócame” en Argentina.
Después pidió perdón al público por esta solicitud y lo invitó a seguir con la fiesta e interpretó “Si nos quedara poco tiempo”, dedicada a quienes aman a sus padres, a un amigo, al vecino, a la mascota…a todos los que aman.
El escenario no fue nada fastuoso y ni falta hizo, Chayanne con su presencia y su risa angelical lo llenaba y así lo dejó en claro con “Salomé”. Hizo una falsa despedida a las 22:16 horas, pero regresó, y por supuesto que la gente lo adoró más cuando interpretó “Tiempo de vals”.
“¿Cómo creen que me iba a ir sin despedirme de ustedes?”, dijo al momento que se acomodaba sus jeans y su playera ajustada para no dejar nada al descubierto y seguir con “Me enamoré de ti”.
Pero el público aún no estaba satisfecho y por ello, Chayanne lo puso a bailar nuevamente, esta vez con “Torero”.
Y como tal, cortando rabo y oreja, el artista desapareció del escenario
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