Varias generaciones desfilaron anoche en el estadio "Carlos Iturralde Rivero" con un solo objetivo: presenciar la actuación del astro boricua Chayanne.
Lo mismo corearon sus canciones niñas, adolescentes, jóvenes, adultas, abuelas "jóvenes de corazón" y hombres.
Gran parte del auditorio llegó desde tres horas antes para tomar sus lugares. La espera valió la pena, pues antes del concierto muchos aprovecharon el tiempo para deleitarse con una marquesita, papas fritas, piedras, kibis y refrescos mientras llegaba su ídolo.
Con "olas humanas" se animaron para que los minutos se fueran más rápido. Algunos cantaron, otros simplemente recordaban los conciertos anteriores y una que otra mujer compartía sus fantasías con el puertorriqueño.
"Yo lo amo", "a mí me encanta", "es el mejor partido", "se mantiene perfecto a pesar de los años", "él sí es sencillo, no como otros", eran algunos comentarios que se escuchaban entre los asientos donde destacaban grupos de mujeres hablando de las cualidades de este cantante.
La espera fue benéfica para los vendedores de discos, fotografías, pulseras y demás recuerdos con la imagen del artista, pues pasaban de lugar en lugar ofreciéndolos. Gracias al cariño de los yucatecos tuvieron buenas ventas y las fans se llevaron un recuerdo. Gente con playeras y pancartas con mensajes dirigidos al artista destacaron entre la multitud, mujeres que incluso le pedían en sus letreros que la invitaran a bailar en el escenario junto a él.
Sin duda, Chayanne sigue siendo el sueño de millones de féminas alrededor del mundo que darían cualquier cosa por un instante a su lado, así lo probaron sus seguidores yucatecos.
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