07 Febrero 2011
El golpe de su vida
Aplica a su vida personal y artística la misma filosofía y disciplina del golf, el deporte que le apasiona
Por Damaris Hernández Mercado / dhernandez1@elnuevodia.com
Miami
- Recorrer los 18 hoyos de un campo de golf resulta la analogía que
resume a la perfección la vida del cantante puertorriqueño Chayanne.
Balance, fuerza, estrategia y control son los elementos que aplica en
el deporte, en su carrera y vida.
Es así como asegura haber logrado varios “hoyos en uno”.
A sus 42 años, sus jugadas perfectas han sido sus hijos Lorenzo, de 13 años, e Isadora, de 10; conseguir la entrega desmedida de su público durante 32 años de carrera musical; y la satisfacción de tener consigo a las dos personas responsables de fomentar los valores de la humildad, generosidad y autenticidad que lo distinguen como ser humano: sus padres Quintino “Tito” Figueroa e Irma Luz Arce.
Para el vocalista, su familia y su carrera son la inspiración para repetir ese golpe de “putt” durante interminables horas en el “green”. Y en el juego de la vida, su esfuerzo está dirigido a buscar ser feliz.
¿Contra quién juega el artista de sonrisa franca y contagiosa? Contra sí mismo.
Y es que tanto en el campo de golf, como en el escenario, Chayanne se enfrenta a los retos que traen consigo un cúmulo de emociones, sentimientos y experiencias, como lo ha sido la gira mundial “No hay imposibles”, que inició el pasado año y que ya ha recorrido más de diez países. Este fin de semana la cita es en su patria, con tres funciones en el Coliseo José Miguel Agrelot de Hato Rey.
“El golf es un modo de vida... cómo tú superas una mala situación o un mal golpe, cómo lo controlas. El golf es un abecedario para la vida. Te relaja y a la vez estás en guerra contigo mismo. Tienes que ser mejor que ayer y que tu último juego”, sostuvo en exclusiva el cantante a El Nuevo Día, desde sus oficinas en la “Ciudad del Sol”.
“El reto es que sigas mejorando, al igual que la vida... hacer un mejor show, un mejor disco, ser un mejor ser humano, padre, esposo, hijo, amigo. Se requiere balance, fuerza, estrategia, control y pasión. Es un deporte de enfoque igual que la carrera”, añadió quien llega al País mañana de cara a sus presentaciones del fin de semana.
Asimismo, destacó que de acuerdo con los estados de ánimos, así será el golpe.
“Una vez entras a ese campo te adentras a un mundo. En un lugar hay un lago, en el otro un abismo con el mar a los lejos y en el otro hoyo ves las montanas rocosas y el sol cuando se apaga en las rocas anaranjadas y toda la luz se ve como cobre. No se trata de un juego solamente”, explicó entusiasmado quien confiesa que puede pasar horas hablando de golf por ser una “de mis pasiones”.
Similar a lo que experimenta en el terreno de juego, así son las emociones que recibe de su público. Son ésas las que le dan vida a su espectáculo.
“Te puedes presentar en el mismo escenario y cada estado de ánimo es distinto. He disfrutado de estar en los teatros de 2,000 personas, en los coliseos de 15 ó 20 mil personas o en estadios de 80 mil; no descarto ningún escenario porque son satisfacciones únicas”, subrayó.
Es por esta razón, que pisar por primera vez el Coliseo de Puerto Rico lo llena de nervios, ya que es allí “donde estarán mis padres, amigos y el público que impulsó esta carrera. Estoy superfeliz. Hemos empezado con el pie derecho y qué mejor que estar en mi patria ese fin de semana de los enamorados”.
Según explicó, el concierto de la Isla cuenta con elementos distintos, ya sea una coreografía una nueva canción u otras sorpresas que suelen transcurrir de entre cada presentación.
Sobre por qué no contempla integrar artistas invitados en su concierto, la voz de ‘Y tú te vas’ señaló que le encantaría poder concretarlo, pero que “no le gusta forzar las situaciones. Hasta el momento no se ha dado. Debe ser natural”.
Uno de los nombres que sale de su boca para hacerlo es el del cantautor Juan Luis Guerra. Deseo que ronda en su cabeza desde “que escuché la canción ‘Ojalá que llueva café’ en Venezuela hace años y dije ‘quiero grabar esa canción’; ya Juan Luis tenía un éxito increíble, es un tema que me movió el corazón”.
Otro a quien le profesa una gran admiración es al maestro Ángel “Cucco” Peña. “Es increíble los arreglos que realiza. Es uno de los grandes”, agregó.
Libre de escándalos
Por otro lado, el vocalista que enloquece a las féminas con sus sugestivas coreografías reveló entre risas que su fórmula para mantenerse alejado de los escándalos es simple: “No saben las cosas que hago. Mi fórmula es no decirlo”, bromeó el artista, provocando las carcajadas de sus dos hermanos Elliot y Emanoel, quienes lo observaban desde una de las esquinas de la oficina del artista.
Ya en un tono más serio, aclaró que la clave es “tratar de mantener el control, saber lo que puedes ganar y perder para cada quien. Y tanto trabajo no te da tiempo y no te deja hacer maldades”, sostuvo en medio de otra explosión de risas.
Sobre las preocupaciones que experimenta como padre de Lorenzo e Isadora dijo que son las mismas de otros progenitores.
“Son muchas las preocupaciones, pero la tarea está desde que nacen. Darles todo el conocimiento, ya que ese va a ser la defensa cuando estén solos. A un niño le enseñas a ponerse la servilleta en un muslo y cuando estén en una mesa en la que papá y mamá no lo acompañe lo va a recordar”, mencionó el cantante, que visita a su familia en la Isla cada Navidad.
Asimismo, añadió que sus hijos ya han mostrado inclinaciones artísticas y que sin importar su elección recibirán su apoyo.
“Todas las decisiones que ellos hagan siempre van a tener mi apoyo y siempre seré franco de acuerdo con lo que vea”, precisó el cantante, quien a su vez, señaló que sus hijos siempre han entendido su trabajo.
Igualmente, reconoció que los valores que le inculcaron sus papás son los que les imparte a ellos. “De mis padres les he enseñado todo. Primero que estudien, el respeto a ellos mismos, a protegerse y cuidarse”, concluyó.
Es así como asegura haber logrado varios “hoyos en uno”.
A sus 42 años, sus jugadas perfectas han sido sus hijos Lorenzo, de 13 años, e Isadora, de 10; conseguir la entrega desmedida de su público durante 32 años de carrera musical; y la satisfacción de tener consigo a las dos personas responsables de fomentar los valores de la humildad, generosidad y autenticidad que lo distinguen como ser humano: sus padres Quintino “Tito” Figueroa e Irma Luz Arce.
Para el vocalista, su familia y su carrera son la inspiración para repetir ese golpe de “putt” durante interminables horas en el “green”. Y en el juego de la vida, su esfuerzo está dirigido a buscar ser feliz.
¿Contra quién juega el artista de sonrisa franca y contagiosa? Contra sí mismo.
Y es que tanto en el campo de golf, como en el escenario, Chayanne se enfrenta a los retos que traen consigo un cúmulo de emociones, sentimientos y experiencias, como lo ha sido la gira mundial “No hay imposibles”, que inició el pasado año y que ya ha recorrido más de diez países. Este fin de semana la cita es en su patria, con tres funciones en el Coliseo José Miguel Agrelot de Hato Rey.
“El golf es un modo de vida... cómo tú superas una mala situación o un mal golpe, cómo lo controlas. El golf es un abecedario para la vida. Te relaja y a la vez estás en guerra contigo mismo. Tienes que ser mejor que ayer y que tu último juego”, sostuvo en exclusiva el cantante a El Nuevo Día, desde sus oficinas en la “Ciudad del Sol”.
“El reto es que sigas mejorando, al igual que la vida... hacer un mejor show, un mejor disco, ser un mejor ser humano, padre, esposo, hijo, amigo. Se requiere balance, fuerza, estrategia, control y pasión. Es un deporte de enfoque igual que la carrera”, añadió quien llega al País mañana de cara a sus presentaciones del fin de semana.
Asimismo, destacó que de acuerdo con los estados de ánimos, así será el golpe.
“Una vez entras a ese campo te adentras a un mundo. En un lugar hay un lago, en el otro un abismo con el mar a los lejos y en el otro hoyo ves las montanas rocosas y el sol cuando se apaga en las rocas anaranjadas y toda la luz se ve como cobre. No se trata de un juego solamente”, explicó entusiasmado quien confiesa que puede pasar horas hablando de golf por ser una “de mis pasiones”.
Similar a lo que experimenta en el terreno de juego, así son las emociones que recibe de su público. Son ésas las que le dan vida a su espectáculo.
“Te puedes presentar en el mismo escenario y cada estado de ánimo es distinto. He disfrutado de estar en los teatros de 2,000 personas, en los coliseos de 15 ó 20 mil personas o en estadios de 80 mil; no descarto ningún escenario porque son satisfacciones únicas”, subrayó.
Es por esta razón, que pisar por primera vez el Coliseo de Puerto Rico lo llena de nervios, ya que es allí “donde estarán mis padres, amigos y el público que impulsó esta carrera. Estoy superfeliz. Hemos empezado con el pie derecho y qué mejor que estar en mi patria ese fin de semana de los enamorados”.
Según explicó, el concierto de la Isla cuenta con elementos distintos, ya sea una coreografía una nueva canción u otras sorpresas que suelen transcurrir de entre cada presentación.
Sobre por qué no contempla integrar artistas invitados en su concierto, la voz de ‘Y tú te vas’ señaló que le encantaría poder concretarlo, pero que “no le gusta forzar las situaciones. Hasta el momento no se ha dado. Debe ser natural”.
Uno de los nombres que sale de su boca para hacerlo es el del cantautor Juan Luis Guerra. Deseo que ronda en su cabeza desde “que escuché la canción ‘Ojalá que llueva café’ en Venezuela hace años y dije ‘quiero grabar esa canción’; ya Juan Luis tenía un éxito increíble, es un tema que me movió el corazón”.
Otro a quien le profesa una gran admiración es al maestro Ángel “Cucco” Peña. “Es increíble los arreglos que realiza. Es uno de los grandes”, agregó.
Libre de escándalos
Por otro lado, el vocalista que enloquece a las féminas con sus sugestivas coreografías reveló entre risas que su fórmula para mantenerse alejado de los escándalos es simple: “No saben las cosas que hago. Mi fórmula es no decirlo”, bromeó el artista, provocando las carcajadas de sus dos hermanos Elliot y Emanoel, quienes lo observaban desde una de las esquinas de la oficina del artista.
Ya en un tono más serio, aclaró que la clave es “tratar de mantener el control, saber lo que puedes ganar y perder para cada quien. Y tanto trabajo no te da tiempo y no te deja hacer maldades”, sostuvo en medio de otra explosión de risas.
Sobre las preocupaciones que experimenta como padre de Lorenzo e Isadora dijo que son las mismas de otros progenitores.
“Son muchas las preocupaciones, pero la tarea está desde que nacen. Darles todo el conocimiento, ya que ese va a ser la defensa cuando estén solos. A un niño le enseñas a ponerse la servilleta en un muslo y cuando estén en una mesa en la que papá y mamá no lo acompañe lo va a recordar”, mencionó el cantante, que visita a su familia en la Isla cada Navidad.
Asimismo, añadió que sus hijos ya han mostrado inclinaciones artísticas y que sin importar su elección recibirán su apoyo.
“Todas las decisiones que ellos hagan siempre van a tener mi apoyo y siempre seré franco de acuerdo con lo que vea”, precisó el cantante, quien a su vez, señaló que sus hijos siempre han entendido su trabajo.
Igualmente, reconoció que los valores que le inculcaron sus papás son los que les imparte a ellos. “De mis padres les he enseñado todo. Primero que estudien, el respeto a ellos mismos, a protegerse y cuidarse”, concluyó.
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