Una difícil y antipática relación con la prensa (1)

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MATÍAS CASTRO
Luis Miguel podrá haber desaparecido y generado un misterio sin precedentes este año. Podrá haber llenado estadios enteros con sus conciertos. Podrá haber facturado mucho dinero por entradas y discos vendidos… pero nada de eso quiere decir que no sea la celebridad más antipática del 2010. Al menos así lo distinguió la Asociación Latina de Periodistas de Entretenimiento, una entidad que acaba de publicar su obligada lista anual sobre las figuras de su rubro. Y lo de Luis Miguel, cuya distinción fue en la categoría "El artista menos cordial con la prensa", no es novedad.
El mexicano sonríe desde el escenario. Baila, interactúa con sus músicos. Canta al mismo tiempo que canta su público. Pero en el mano a mano, cuando un periodista se acerca a preguntarle algo, saca a la luz su peor actitud. Casualmente, un colega del diario lo comparaba algunos días atrás con Chayanne. Los perfiles de cada uno son muy distintos y no sólo sobre el escenario. Chayanne se aprende el nombre del periodista que lo va a entrevistar, es amable, conversador, simpático y siempre dispuesto a darle algunas palabras a quien se le acerque con un micrófono. Salvo que el periodista tenga intenciones amarillistas.

La diferencia no sólo está en la actitud de ambos hacia los periodistas, sino en la que mantienen con su vida en general. Chayanne mantiene siempre su vida privada con perfil muy bajo. No le interesa hablar de su familia, sino que se enfoca en su trabajo. Ha manejado el asunto muy bien a lo largo de los años y eso contribuyó a que no se hayan generado grandes rumores ni escándalos en torno a su figura. Su vida privada, además, evolucionó con relativa estabilidad o al menos no dio pie a rumores extraños. Luis Miguel, en cambio, ha vivido rodeado de chismes, ya sea por sus ex parejas o incluso por su propia madre. Esto hace también que la actitud de la prensa y su curiosidad cambie en función de uno y otro personaje. Eso explica, al menos en parte, la dinámica de la relación que tienen con los periodistas que se les acercan.